Cuando se trata de encontrar opciones deliciosas para comer en Cáceres, España, sin duda el casco antiguo y sus alrededores son lugares que no debes pasar por alto. Allí encontrarás una variada oferta de restaurantes, taperías y bares que justifican una visita gastronómica a la ciudad.

En el mismísimo corazón de Cáceres, la Plaza Mayor se erige como un punto de encuentro para disfrutar de una buena comida. Aquí encontrarás una amplia selección de restaurantes y taperías donde podrás saborear platos tradicionales y de calidad. También podrás deleitarte con una amplia variedad de tapas en diferentes zonas de la ciudad, como la Plaza Mayor, la Plaza de San Juan, el Paseo de Cánovas, la Plaza de los Maestros, la Avenida de París y el Nuevo Cáceres.

Si buscas sitios específicamente recomendados para ir con niños, encontrarás opciones como El Mirador de Galarza, La Terraza del Príncipe y La Fusa, donde los más pequeños podrán disfrutar de una comida deliciosa en un ambiente acogedor. También existen lugares ideales para disfrutar de una comida familiar, como el Restaurante Montebola, Cafetería Restaurante Temis y Club Deportivo El Encinar.

Si el casco antiguo no es lo tuyo, no te preocupes, cerca de esta zona también hay excelentes alternativas para disfrutar de una buena comida. En la Plaza de San Juan encontrarás restaurantes que te harán sentir como un verdadero cacereño. Aquí podrás probar platos típicos y sumergirte en la cultura culinaria local.

No podemos olvidar mencionar los restaurantes románticos en Cáceres, ideales para una cena íntima y especial. Lugares como Atrio ofrecen una experiencia culinaria de alto nivel en un entorno elegante y sofisticado. Otros restaurantes como Amaltea, Torre de Sande y Jardín de los Golfines también ofrecen un ambiente romántico y una cocina exquisita.

Si buscas opciones más informales, Cáceres también cuenta con bares y cafeterías donde podrás disfrutar de unas cañas y probar algunas tapas deliciosas. Lugares como El Globo, Maltravieso y Giraffe Brasas son perfectos para disfrutar de una comida desenfadada.